Cada ser humano puede ser el arquitecto de su destino, si tiene la decisión y determinación para serlo. Los arquitectos de destinos crean poder, trabajan para desarrollar posibilidades, evitan caer en la queja constante o la victimización permanente, ya que esto destruye su plano y su fuerza interior.
En el libro de Alex Rovira, «La Buena Suerte», estuve leyendo algo tan real y que a veces olvidamos. Las personas que tienen éxito en la vida, están convencidos de que las cosas no suceden gracias a los “golpes de suerte”, sino por una compleja relación causa-efecto, en la que deciden ser la causa. La suerte, de hecho, no dura demasiado tiempo porque no depende de ti, la buena suerte la creas tu, por eso dura para siempre. La suerte es la suma de oportunidad y preparación… pero la oportunidad siempre está ahí. Es algo que nos puede pasar a todos, si hacemos algo.

¿Qué hacer para crear tu mismo la buena suerte?
- Crea nuevas circunstancias. De hecho, si piensas que en el año pasado no llegó, tal vez las circunstancias fueron las de siempre. ¿Y que necesitamos para crear esas nuevas circunstancias? Coraje y decisión. El coraje no es la ausencia de miedo, sino la conciencia de que hay algo por lo cual vale la pena arriesgarse. Si ahora repasas tu año anterior, analizas tus logros, miras tu evolución como persona… y sigues mirando qué cosas hacen falta para llegar a donde quieres estar… ¿Por cuáles vale la pena que hoy elijas arriesgarte a jugar un juego aún más grande? ¿Será independizarte? ¿Ser mamá o papá? ¿Ser dueño de tu casa?… Muchas veces no nos decidimos por miedo, y quiero recordarte que si tus sueños no te asustan es que no son lo suficientemente grandes. Al fin y al cabo siempre estás decidiendo… pero llegará un punto en que no podrás tú decidir más y la vida lo hará por ti. ¿Qué puedes decidir hoy y ahora para darle el rumbo que quieres a este año?… Anótalo, escríbelo; recuerda que si no está escrito no es un plan…
- Rodéate de personas que sumen a estas nuevas circunstancias. Aquí te invito a aplicar finales necesarios en tu vida. Aléjate de aquellos que se atraviesen en tu camino a poner piedras y trabas. Al final, eres tu el producto de tus decisiones y eres el responsable de lo que en tu vida ocurre. Responsabilidad es tu capacidad de dar respuesta a los errores, a los fracasos y a las crisis que te va a presentar este año. Toma todo esto como una oportunidad de aprendizaje y verás como la suerte cambia.
- Ten claro que la vida te devuelve lo que das. Lo mismo pasará con cada año nuevo: te devolverá, todo lo que le des. El amor es más que sólo palabras y sentimientos; es un tema de acción. Un cobarde es incapaz de demostrar amor; sólo los valientes saben hacerlo. No puede haber grandeza sin entrega. Tu verdadera riqueza está en tu capacidad de darte a ti mismo a los demás. “Los problemas de los demás son a menudo la mitad de tus soluciones”. Crear la buena suerte no es buscar el beneficio propio. Para atraer la buena suerte, crea circunstancias para que otros ganen.
- Confía y persiste. Confiar en lo que aún no ves; imaginarte ganando. Tener un plan para ganar; prepararte para ganar; rodearte de las personas que te ayuden a ganar. Estar listo para caerte y preparado para levantarte. La persistencia no la puedes sustituir con talento: es muy común gente talentosa, fracasada. ¡La educación tampoco!… El mundo está lleno de fracasos bien educados. Sólo tu determinación te hace omnipotente.

«¿Y cuando piensas realizar tu sueño?», le preguntó el maestro a su discípulo.
«Cuando tenga la oportunidad de hacerlo», respondió.
El maestro le dijo: «la oportunidad nunca llega; la oportunidad ya está aquí.»
– Anthony Mello